El pasado 18 de octubre de 2009, el Prefecto vaticano para las Causas de los Santos oficiaba, en nombre del Santo Padre, la beatificación del Cardenal Ciriaco María Sancha y Hervás, seminarista y sacerdote de la que fuera Diócesis de Osma.



La Santa Sede fijó el día de su fiesta el 25 de febrero, su dies natalis, el día en el que en 1909 cerró los ojos a este mundo y los abrió a la vida eterna.



Por este motivo, ayer nuestro Seminario, la Iglesia entera de Osma-Soria con su pastor y obispo a la cabeza, dio gracias a Dios por uno de los nuestros que, dejándose moldear por Dios, ha sido considerado una auténtica obra de arte de la gracia y un ejemplo a seguir por cada uno de nosotros en nuestra peregrinación hacia la Casa del Padre.



Lo hizo en una solemne Eucaristía que tuvo lugar en la iglesia del Monasterio de las Clarisas de Soria, a las siete de la tarde, y que estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Gerardo Melgar Viciosa. Le acompañaron, junto a los formadores del Seminario, una quincena de sacerdotes diocesanos, las comunidades del Seminario Mayor y Menor y un nutrido grupo de fieles.



En la celebración pedimos por nuestra Iglesia diocesana y de manera muy especial por nuestro Seminario donde él vibró con su deseo de ser un santo sacerdote y donde se forjó para llegar a serlo.