Tras la celebración del Día del Seminario, nuestra Casa siguió siendo lugar de encuentro y reunión; así, la Delegación de familia y vida desarrolló el encuentro de matrimonios el 24 de marzo (en el que participaron una treintena de matrimonios juntamente con el Obispo de Osma-Soria) y, dentro del programa de las Jornadas culturales que celebró el I.E.S. Santa Catalina, de El Burgo de Osma, una docena de alumnos (junto a dos de sus profesoras) visitaron la biblioteca del Seminario, explicándoles el Rector la importancia de la misma y del fondo bibliográfico que conserva, pudiendo los alumnos contemplar algunos libros e incunables. También un buen grupo de jóvenes encontró el Seminario como el lugar ideal para mantener una jornada de convivencia junto con el prelado oxomense-soriano el último día del mes de marzo.

El Miércoles Santo supuso el comienzo de las vacaciones de Semana Santa de los seminaristas, quienes a la vuelta de las mismas quisieron unirse a toda la Iglesia universal para celebrar el VII aniversario de la elección de Benedicto XVI a la Cátedra de San Pedro y el 85º cumpleaños del Papa. A través de una cariñosa felicitación al Papa, los formadores, profesores, personal que atiende la Casa y los seminaristas aseguramos a Benedicto XVI nuestra oración de gracias al Señor por todos los dones derramados sobre Vuestra persona y sobre la Iglesia entera, a través del generoso servicio pastoral que Vuestra Santidad ha llevado a cabo durante estos fecundos años”. En la misma misiva, afirmábamos que “con la ayuda del Espíritu, y en plena comunión con Vuestra Santidad, nos comprometemos a seguir trabajando esforzadamente -con la ayuda insustituible de la gracia divina- en el discernimiento de nuestra vocación personal para ser capaces de poner nuestras vidas al servicio de Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida, para bien de la Iglesia y de la Humanidad entera”.

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En el mes de abril, aprovechando que el día de la Comunidad no era jornada lectiva, visitamos a la comunidad de monjes cistercienses de Santa María de Huerta. En el Monasterio pudimos admirar la belleza de ese cenobio medieval así como la belleza de la vida de la comunidad que habita aquellos muros, con quien compartimos la oración litúrgica de vísperas al caer la tarde. 


 Mayo fue, como todos los meses en el Seminario, un tiempo intenso, dada la cercanía de los exámenes de la tercera evaluación y de los exámenes finales. Además, durante este mes, participamos en algunos de los conciertos preparados en el ciclo “Música para la Misión”, a través de los que se dio a conocer la Misión diocesana en varias zonas de la Diócesis (en este sentido, el Seminario acogió el cuarto de estos encuentros musicales en los primeros días de junio). Uno de los días más bonitos para los que formamos la gran familia del Seminario es la Jornada de las familias, que tuvo lugar el cinco de mayo. Mons. Gerardo Melgar Viciosa nos presidió la Santa Misa dentro de la cual Pedro, nuestro seminarista mayor, recibió el ministerio del lectorado. Fue para todos una bellísima jornada en la que dimos gracias a Dios por este paso que Pedro dio hacia el presbiterado. Igualmente bellas fueron las jornadas en las que nos visitaron los alumnos de 5º y 6º de EPO del Colegio “Manuel Ruíz Zorrilla” (de El Burgo de Osma) junto con su profesora de Religión; los chavales pudieron conocer la Casa y el estilo de vida del Seminario.

El cinco de junio tuvimos la gran dicha de celebrar el primer aniversario de la Beatificación del Obispo Juan de Palafox y Mendoza, “luminosa figura de Obispo del siglo diecisiete en México y España, hombre de vasta cultura y profunda espiritualidad, gran reformador, pastor incansable y defensor de los indios”, como lo definió Benedicto XVI el día de su Beatificación. Así, celebramos la Santa Misa en honor del beato y recordamos la memorable fecha del 5 de junio de 2011 con varias actividades culturales.

Si bien en junio los seminaristas pudieron gozar de unas merecidas vacacionestras los exámenes finales, el Seminario siguió siendo lugar de encuentro para muchos; así, por ejemplo, los sacerdotes pudieron participar en la tanda de ejercicios espirituales que la Delegación del clero organizó en nuestro Centro. En el mes de julio, tras un mes de descanso, mantuvimos la convivencia de verano que reunió a los candidatos a ingresar el siguiente Curso académico en el Seminario junto a los seminaristas menores ya “veteranos”.

 Tras el descanso veraniego, Dios quiso regalar a toda la Diócesis (pero especialmente al Seminario) dos grandes dones: por una parte, nuestro Obispo escribía una bella Carta pastoral sobre el Seminario que quiso fechar en un día muy especial, el 8 de agosto, jornada en la que la Diócesis celebra la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, patrón del Seminario y patrón secundario de la Diócesis. Por otra, Mons. Melgar Viciosa inauguraba la reforma de la segunda planta del Centro, destinada a las habitaciones de los seminaristas menores. La actuación consistió en rehabilitar los 31 dormitorios sencillos para estudiantes junto con dos áreas de aseos colectivos; además, junto a los dormitorios se han creado los necesarios cuartos de servicio para almacenamiento del material de esta zona. El coste total del proyecto ascendió algo más de 800.000 €, de los cuales el Seminario (con sus fondos propios) costeó el 75% y el Obispado subvencionó las obras con el restante 25%.

 Algunos días más tarde, concretamente el 15 de septiembre, nuestro Seminario volvía a abrir sus puertas para los amigos, bienhechores, los seminaristas y sus familias para inaugurar oficialmente el Curso 2012/2013. Juan Carlos Atienza Ballano, Vicario episcopal de patrimonio, y Francisca Diestro Ortega, restauradora diocesana, fueron los encargados de pronunciar la Lección inaugural sobre el tema A los diez años del Taller diocesano de restauración”. La mañana finalizó con la Santa Misa y un aperitivo compartido entre todos los presentes.

El Seminario siempre ha mantenido una buena relación con las congregaciones religiosas presentes en la Diócesis y con todos sus miembros. Por eso, quiso acompañar a fr. Rafael, joven carmelita riojano, en su Profesión solemne(que emitió en Burgos en el mes de octubre) así como en su Ordenación como diácono, de manos del Obispo de Cuenca, que tuvo lugar en diciembre.

La proclamación como Doctor de la Iglesia de San Juan de Ávila congregó en Roma a cientos de miles de fieles; entre ellos, además de una quincena de fieles que participaban en la peregrinación diocesana que organizó desde la Diócesis, el formador y el director espiritual del Seminario pudieron disfrutar durante el fin de semana en los actos que se prepararon con motivo del Doctorado.

En octubre arrancó el Preseminario, un cauce de acompañamiento vocacional que el Seminario ha puesto en marcha para aquellos niños y adolescentes que viven ordinariamente con sus familias y que asisten un fin de semana al mes al Seminario para convivir con los seminaristas menores y plantearse su posible vocación al sacerdocio. Igualmente, los monaguillos disfrutaron del primero de los encuentros en este mes en el que la emisora Radio María emitió el rezo del Santo Rosario desde la capilla de la Casa de espiritualidad. Unidos a toda la Diócesis y a la Iglesia universal, el 11 de octubre quisimos participar en la Santa Misa con la que se inauguraba el Año de la fe en nuestras tierras sorianas; disfrutamos de la celebración y nos comprometimos a hacer fructificar nuestra fe.

Diciembre siempre tiene un ‘sabor especial’ en el Seminario: vivimos un intenso tiempo de Adviento que inauguramos el 2 de diciembre; nos acogimos a la protección de nuestra Madre, la Santísima Virgen Inmaculada; gozamos con la belleza de la música ofrecida por la Coral Berlanguesa y la Coral “Federico Olmeda” (de El Burgo de Osma) en el concierto de Navidad; visitamos la Residencia de la Hermanitas en Osma, donde pudimos saludar y hablar con los ancianos, cantar con ellos villancicos y desearles a todos (residentes, hermanitas y trabajadores de la casa) una muy feliz Navidad; compartimos una especial veladaprevia a las vacaciones de Navidad y nos despedimos con una entrañable Eucaristía, en la que participaron los profesores del Centro.

En el Seminario, el año 2013 comenzó con dos grandes alegrías: por un lado, la llegada de dos nuevos compañeros, Javier y Juan Carlos, a quienes recibimos con los brazos abiertos; por otro, la Ordenación presbiteral del misionero javeriano Javier Martínez, antiguo alumno de la Casa y muy vinculado a la Diócesis. Este mismo día, recibíamos por la mañana a un nutrido grupo de monaguillos junto a los chavales que están caminandoen el Preseminario.

Unos días antes de comenzar la Cuaresma pudimos celebrar el Jueves lardero en Valdenebro, donde pasamos una agradable tarde de juegos que culminó con la merienda según manda la tradición. Y, de este modo, tras “Don Carnal” llegó “Doña Cuaresma”, tiempo que hemos comenzado con alegría dispuestos a modelar nuestro corazón conforme al Corazón de Jesús.