El cardenal Ciriaco María Sancha y Hervás, «padre de los pobres», fue beatificado el domingo 18 de octubre en Toledo en una ceremonia presidida por el prefecto de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, monseñor Angelo Amato, quien, en representación del papa Benedicto XVI, ofició la ceremonia y aseguró en su homilía que el ahora nuevo beato es una «auténtica obra de arte de la gracia divina».
Una obra de la gracia que comenzó a forjarse entre los muros del multisecular Seminario de
La catedral de Toledo, catedral Primada de España, acogió esta ceremonia que congregó a miles de fieles y que fue concelebrada por el actual prelado toledano, D. Braulio Rodríguez, y otros cinco cardenales. Junto a ellos, concelebraron cerca de cincuenta obispos españoles y de otros países relacionados con el nuevo beato como D. Gerardo Melgar Viciosa, Obispo de Osma-Soria.
En el acto de beatificación estuvieron presentes el rector y vicario general de Osma-Soria, Gabriel-Ángel Rodríguez Millán-, el formador -Rubén Tejedor Montón- y el director espiritual -José Sala Pérez-, sacerdotes que conforman el equipo del
Además de participar en el acto central de la solemne beatificación, el
Hay que recordar que el Cardenal Sancha es el primer sacerdote diocesano formado en el Seminario que es elevado a la gloria de los altares, así como el gran personaje diocesano que llegó a ser obispo auxiliar de Toledo, obispo de Ávila, obispo electo de Santiago de Compostela, obispo de Madrid-Alcalá, arzobispo de Valencia (época en la que fue creado cardenal) y arzobispo de Toledo, primado de España.